No pretendo embriagarme por una noche y aludir a revelar.
No pretendo desatar una inconclusa discusión, tus palabras serán crueles lo sé y no es tu culpa.
No pretendo atravesar el muro que construimos en una supuesta inocuidad de solemne supuestos, seremos amigos, lo he de respetar.
No pretendo socavar lo que oculto ya está, ni mucho menos en la distancia pretender lo que he de callar.
No pretendo, pero sin embargo recuerdo, cada sonrisa, cada fragancia y cada palabra en donde repetí lo pueril de quererte.
No pretendo encontrarte de nuevo, tal vez y es lo más seguro nunca te repare de nuevo.
Solo permite que la noche pase, las explicaciones sobren y la desidia sobrevalore este sentimiento.
Si pretendo, acogerte en algún lugar tibio y apacible de mi mente.
Si pretendo, evocarte en días lucidos, de esos en los que aún sonríes.
Si pretendo que algún día me extrañes y tu bondad descienda en esta ciudad.