Entre viajes ,aeropuertos ,salas de espera y alistamientos de soledad permanente ella camina con su morral acuestas inmersa en la lejanía de pensamientos recurrentes…ella tropieza ante el llamado atónito de su nombre… su morral ha caído y alguien lo ha tomado..la misma voz que le llamo.. Hola : esta vez no te encontré en un tren.. el, el incauto peatón ha aparecido con su elocuente y apacible tranquilidad.
En Lo fortuito de un aeropuerto, en la mirada de un equipaje con peso muerto. Allí donde ella le encontró, en la estación central de Ámsterdam, suscita la premura de un sentimiento que no evoca, sólo ilusiona.
Ella.. con su cabello desarreglado y su piel en el cansancio de infinitas conexiones de vuelos … intento ocultar sus mejillas bajo el asombro de su presencia.. tu: acá? .. el: si .. intente buscarte pero tu absurda intención de sentir que puedes perderte en cualquier lugar del mundo , hizo casi imposible mi búsqueda.. alcance a estar un día después de que dejaras Barcelona …. luego seguí tu rastro en un puerto lejano de Cartagenera pero fue tarde .. de allí debí viajar a Londres y cuando creí que te encontraría en Bruselas… perdí tu rastro estuve caminando tus calles y hasta viaje a París para sentir la nostalgia que te inspiro un invierno atrás..
Si acá estoy , justo cuando renuncie a verte y te logro encontrar en la estación central de Ámsterdam… ? Explícame como es posible esto?.. dime que dejaras tu morral y tomaras un café ahora mismo conmigo….
Ella : cuando el destino confabula algo se ha de traer, yo te busque en Barcelona, te escribí…. luego de no obtener respuesta te deje atrás y ahora me encuentras acá? Algo se ha de traer la conciencia de seguir encontrándonos sin planearlo.
Vamos tomémonos un café …
Ella ha decidió caminar una par de calles con él, el incauto peatón quien persiste en su búsqueda, hablaron de todo y de nada un par de horas después, el incauto peatón le invita un café, al entrar toma su mano, ella pensó que era la segunda o tal vez la tercera vez que tenía algún tipo de contacto físico con él y su mirada se fijó en las manos entrelazadas mientras caminaban entre personas apiladas en la entrada de un bar-café.
Se sentaron, cada uno con un vaso de cerveza, ella sonrió mientras absorbía con premura la espuma que desbordaba el vaso en sus manos, él le veía con agobio de encontrar sus ojos.
EL: te dije que te encontraría,
Ella: sigues siendo un misterio y ya quiero descifrar este sentimiento.
El: un beso seria coincidencia o consecuencia?
Ella: simple respuesta al efecto que causa un par de cervezas y la curiosidad que apremia tantos encuentros fortuitos.
El: efecto y causa entonces?
Ella: respuesta, simple respuesta.
El: y si un beso no es como lo escriben y deja de ser la clave para despertar de este encanto?
Ella: y si el despertar es mejor que estar inconsciente?
El: (se levanta, extiende su mano) vamos?
Ella: a dónde?
El : te robare tu frase … a ser felices o al menos intentarlo, tan solo a seguir caminando.
Ella: ya soy feliz.
El: se acercó lentamente, tan cerca que ella sintió su respiración, sus mejillas se rozaron y el cautamente le dice: solo vayámonos de acá.