Leer.
A veces solo a veces debo parar de leer, tomar el libro entre mis brazos, suspirar, mirar al infinito y atesorar los instantes en qué cada palabra escrita me hace imaginar, remembrar y añorar el preciso momento en que deseo soñar.
Leer no es otra cosa que ir súbitamente al sostenido y prolongado deseo de vivir algo que jamás habías deseado.